Las piedras litográficas proceden fundamentalmente de las canteras de Solenhofen (Alemania), y se presentan en bloques rectangulares de diferentes tamaños, pero con una altura que oscila generalmente entre los ocho y los diez centímetros. Estas piedras, que contienen un elevado porcentaje de carbonato de cal, retienen los cuerpos grasos y absorben el agua. Son, además, especialmente aptas para el grabado y su grosor permite la realización de cientos de trabajos sobre una misma piedra, una vez eliminados los trazos anteriores y adecuadamente preparada.
Esta técnica ofrece al artista una serie ilimitada de posibilidades y recursos, ya que se puede trabajar con múltiples elementos y, a la vez, facilita la improvisación creadora gracias a la posibilidad de corregir errores. Lápiz, pluma, pincel, rascador o punta seca son válidos para grabar piedra.
Desde que en 1806 se fundara la imprenta Senefelder Gleissner y Cia., la litografía ha tenido una larga y fecunda vida cubierta en gran medida por el aporte de artistas. Goya, Delacroix, Toulouse-Lautrec, Kokoschka, Dalí, Braque, Picasso, Matisse, Miró, Chagall, son algunos de los artistas que colaboraron con sus obras a la historia de la litografía. Sin embargo, hay que recordar que esta técnica estuvo unida durante muchos años al desarrollo de la prensa escrita, y colaboró íntimamente con ella, aportando en este campo obras también sumamente valiosas.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Ayúdanos a mejorar '' escribiendo un comentario con la nueva definición o los nuevos apuntes. Para comentar utiliza un perfil Anónimo, un Nombre o sudónimo, con tu cuenta de Google, Wordpress, LiveJournal, TypePad, OpenID o AIM.