jueves, 8 de octubre de 2020

Criterios fundamentales para la regionalización a escala planetaria

 1. Geografía regional: origen, evolución, sistematización y actualidad

Las primeras fuentes geográficas se desarrollan sobre el siglo VI a.C. hasta el 1850, considerado un periodo precientífico, aunque ya en el siglo XVII aparece una cierta sistematización, pero no será verdaderamente hasta la revolución científica, etc. cuando aparece la palabra geografía tal y como la entendemos hoy, conformada por la palabra “geo” (tierra) y “grafía”.

Ya Homero comenzaría a nombrar la corografía (descripción de una región individual) con su Ilíada y Odisea, en la época de los periplos, es decir, la descripción de los viajes que nos deja el conocimiento de un mundo de forma reducida. En esos momentos el mundo conocido (ecúmene) es reducido y el desconocido (anecúmene) es muy grande. Dentro del mundo desconocido juega una constante muy importante, la fantasía (seres mitológicos, etc.), utilizada como un arma para impedir el acceso a algunos territorios.

A medida que se van realizando estos periplos, el mundo conocido comienza a ensancharse y se van destacando cada vez más viajeros y autoridades civiles, sobre todo gracias a los historiadores y geógrafos que los acompañaban. A estos primeros geógrafos les interesaba explorar los territorios desconocidos y descubrir los rasgos que observaban en los diferentes lugares. Estaos geógrafos de la antigüedad realizaron largos viajes y anotaban sus observaciones sobre las tierras desconocidas que recorrían. Uno de los primeros mapas conocidos se realizó en una tabla de arcilla en Babilonia, hacia el 2300 a.C. Hacia el año 1400 a.C. se recorrieron las costas del Mediterráneo y se representaron en mapas las tierras exploradas. Tal era el caso de la talasocracia griega (el mundo conocido y del que se tenía constancia en los mapas era el que constituía el territorio griego). Aquí destacamos a Ptolomeo. Aunque no perduró ninguna carta del mismo, en el Renacimiento se reconstruirán Mapa Mundis a partir de la Geographia de Ptolomeo.

En este periodo veremos que el conocimiento geográfico se ubicaba en el Mediterráneo fundamentalmente. Sin embargo, en la época precientífica se hacen grandes avances, tales que caen en el olvido y no se recuperan hasta el Renacimiento con los humanistas, como hemos visto o como es el caso de Hiparco, el cual fue el primero en dividir la Tierra en meridianos y paralelos, haciendo usuales los conceptos de longitud y latitud de un lugar o espacio, e intentó proyectar fielmente la Tierra esférica en un mapa bidimensional.

Otros autores que también nos dejan sus conocimientos geográficos son Estrabón, quien en su obra Iberia nos hace una descripción de la Península Ibérica, Pamponio Mela o Avieno en el siglo VI quien nos muestra la primera fuente escrita sobre Hispania.

Dando un salto en el tiempo hasta el año 1100 aproximadamente encontramos avances medievales que saltan hacia la civilización árabe, destacando mapas de los mismos que sitúan su mundo arriba de los llamados “infieles”, siendo el mapa más avanzado hasta la época el de Al Idrisi, donde podemos ver las tierras astrales que son desconocidas para ellos, aunque tienen en cuenta el hecho de que existen. Este mapa destaca, sobre todo, por realizarse con varios instrumentos usados en cartografías como compases, etc. e incluso por la aparición de nuevos conceptos geográficos.

Aparecerán también otros mapas que incluso sitúan la Antártida casi a la perfección, como el de Piri Reiss (1513), un viajero turco que realizó varios mapas donde se describían varias rutas de comercio chino, incluida la ruta de la Seda.

En esta época de viajes y descubrimientos, un almirante chino, Zheng He, realizó uno de los mayores viajes de exploración de la historia, aunque casi no nos llega la totalidad de la información. Sin embargo, sí se sabe que llegó hasta las costas australianas. Según llegaba información de los juncos chinos, tenían barcos gigantescos que consiguieron capotar el Cabo del Diablo (hoy el Cabo de Buena Esperanza), llegando al Golfo de Guinea, desmintiendo, por tanto, la idea de que los portugueses fueron los primeros en llegar al mismo.

Ya sobre la época medieval aparece una magnífica escuela de cartografía, la Escuela Mallorquina de Cartografía, la cual desarrolla mapas a todo detalle del mundo conocido, sobre todo derroteros  y portulanos .

Ya a finales del siglo XVI aparecen otros mapas como el realizado por el gran Mercator en 1589, contando con una gran calidad de detalle sobre lo conocido.

Se sigue avanzando y hacia 1570 aparece el mapamundi de Abraham Ortelius el cual figura la inmensa tierra austral fundida a la isla Grande de Tierra del Fuego y donde el continente americano, casi desconocido (junto a otros territorios), aparece representado como consecuencia de la fantasía de la época pues, ante lo desconocido, crecían innumerables leyendas sobre criaturas fantásticas en tierras más allá de las que se pisaban entonces. Sin embargo, estas tierras van contando cada vez con más y más detalle. 

Otro de los territorios que va contando cada vez con más detalles es el Mediterráneo, destacando la figura de Varenio, quien definió la geografía como una disciplina independiente con fines y métodos propios. Estableció la división de su campo de estudio en dos ramas básicas: geografía general o universal, de carácter sistemático, cuyo objeto serían los hechos y fenómenos relativos a la Tierra en su conjunto; y geografía especial o corografía, equivalente a la posterior geografía regional, la cual no llegó a definir del todo.

Ahora damos un salto hasta el siglo XVIII y XIX, donde el conocimiento del mundo ya es más exhaustivo y los mapas se realizan a escala continental con datos más detallados y acertados, pues el conocimiento es bastante considerable, casi para realizar divisiones y comparaciones entre territorios.

En este periodo se destaca, sobre todo, las revoluciones que ocurren. Todo este conjunto de revoluciones da como resultado la separación de las distintas disciplinas donde algunas se van convirtiendo en ciencia. En geografía aparecen dos autores considerados los padres de la geografía científica, Alejandro de Humboldt y Ritter (el cual definió el carácter regional que tenía la geografía). Estos vivirán en una época marcada por los procesos coloniales que se están llevando a cabo en los diferentes continentes y que repercutirán en la geografía con la aportación de descripciones más o menos explicativas ante las necesidades estratégicas de los Estados e Imperios.

También destacará la aparición del paradigma determinista que define al ser humano como un ser determinado por el medio. Estamos en una época en la que Darwin señala como origen del ser humano al mono que vivió hace miles de años y que evolucionó siguiendo un modelo de selección natural como ya sabemos. En este panorama, aparece también el paradigma positivista, el cual se contrapone al determinista diciendo que el medio facilita posibilidades al ser humano, pero no proporciona la vida.

En este esquema determinado por el Antiguo Régimen es muy fácil sacar una teoría determinista con las circunstancias medioambientales que están viviendo, pero hoy en día no podemos aplicar esta teoría determinista debido a la gran evolución técnico-tecnológica que hemos vivido.

En este momento, los distintos pensamientos sobre el territorio tienen también su trascendencia. Estamos viviendo ya a fines del siglo XIX y principios del XX, un proceso político que va encaminándose hacia la Primera Guerra Mundial; estamos repartiendo los territorios africanos que, como ya sabemos, será el problema de las fronteras que generarán conflictos que desembocarán en la guerra y que se prolongarán en el tiempo.

En geografía se están generando conceptos relacionados con el espacio vital (Razze), cuya idea fue tomada más tarde por el fascismo y nazismo para apoyar sus ideologías sociales.

En este momento, igualmente, se produce una explosión del conocimiento que cala también en la geografía y que nos lleva hasta el siglo XX donde aparece la Escuela Francesa regional con una cabeza pensante que era Paul Vidal de la Blache, el cual establece una teoría sobre las diferenciaciones territoriales, pero estableciendo un esquema que siempre se va a repetir y que servirá para estudiar cada una de las regiones según la geografía española desde su creación. Concretamente, establece una esquematización del concepto de región colocando a los países como células de estudio.

Hacia la actualidad, las teorías sobre el concepto de región, etc. se van desarrollando y aparecen distintos estudios descriptivos por países destacando a autores como Méndez y Molinero, los cuales destacan en la regionalización, pues establecen un sistema de regionalización bastante excepcional. En todo caso llegamos a la actualidad con una tremenda variedad de enfoques de investigaciones con una tremenda diversidad en cuanto a posibilidades de especialización de la Geografía. Destacan algunos geógrafos como David Harvey (se interesa por una geografía social más que por una geografía física, siendo uno de los autores que más se acerca a las postulaciones marxistas, etc. para mostrar la lucha de clases Tiene su importancia también por ser un geógrafo cuantitativo, un intento reactivo a esos esquemas repetitivos de la escuela francesa utilizando el método estadístico usando técnicas de análisis como test de verificación de datos, etc.), Milton Santos (geógrafo brasileño que fue de los primeros en reaccionar a los problemas de globalización y tercer mundo), Yves Lacoste (realiza un trabajo donde establece la relación entre el conocimiento, espacio geográfico y poder), Walter Christaller (geógrafo cuantitativo que aplica teorías matemáticas y físicas al espacio, resultando muy interesante como adapta la ley de gravitación universal de Newton a las áreas que tiene de influencia las poblaciones. Esto es interesante porque hoy ha derivado a otras teorías como la teoría de la huella ecológica), Mackinder (Tierra cardial/corazón), Yi-Fu Tuan (genera toda una teoría humanística que se conoce como la geografía de percepción generando conceptos como la topofilia), etc.

Un nexo de unión entre todos los autores mencionados y muchos más de la época es que todos han estado intentando volcar esos conocimientos sobre el territorio intentando diferenciarlos entre sí, es decir, regionalizando.

2. Región y regiones

Uno de los problemas clásicos de la Geografía es determinar qué es el espacio regional o una región. La región probablemente es una de las palabras más oscuras y controvertidas de la geografía. Una de las definiciones básicas presenta a la región como un espacio que se organiza de forma homogénea y de manera diferenciada en base a algún o algunos criterios objetivos. La región es un concepto de elaboración mental y personal cuyo objetivo es ordenar un espacio geográfico.

Cada geógrafo crea su división territorial en función de sus intereses y objetivos. El caso más evidente son las regiones políticas o nacionales que siempre generan muchas discusiones. Dentro de esta subjetividad las regiones naturales son mucho más claras que las regiones creadas en función de criterios sociales.

Una región es un territorio, por lo tanto, es un espacio geográfico que está delimitado y que tiene un contenido que hace que esta región tenga un carácter homogéneo. Es decir que tenga un funcionamiento similar dentro de estos límites y que, a su vez, la diferencia de otras regiones.

Lo más interesante de todo esto es indagar en las tipologías de las regiones que nos podemos encontrar según unos criterios que nos permiten diferenciar las regiones según su homogeneidad:

- Homogeneidad por una única variable: Se clasifican según las diferencias con otras regiones teniendo en cuenta la similitud de sus elementos, factores sociales, factores físicos, climatológicos, de planificación, etc. Son también los espacios más simples y más fáciles de diferenciar.

- Homogeneidad por diversas variables:

o Regiones polarizadas o nodal: Constituidas por unidades heterogéneas y contiguas, complementarias entre sí y que tienen entre ellas y especialmente con un nudo o foco central, intercambios más intensos que con otras unidades. Aquí pueden aparecer otros conceptos como el de conurbación o el concepto de áreas metropolitanas.

o Región funcional: Son regiones que funcionan de una forma homogénea, pero por un conjunto agregado de elementos.

Ecorregión o región natural: es un área biogeográfica relativamente grande que se distingue por el carácter único de su ecología, clima, geomorfología, suelos, hidrología, flora y fauna.

Región histórica: Interviene, además de todo, el devenir histórico que actúa como pegamento de la región. Las regiones históricas suelen ser regiones complejas porque se tratan de construcciones en el tiempo y como tales son complejas. No es solo la impronta histórica, sino también la cultural, etc. Normalmente los límites son muy imprecisos.

Región geográfica o humana: El factor humano es el creador del paisaje humanizado. El ser humano transforma el paisaje natural; la sociedad crea las estructuras económicas y sociales y establece los vínculos históricos y espirituales propios e inconfundibles de una región.

Vamos a tener dos tipos de regiones fundamentales en geografía, de carácter natural y geopolítico. El resto de regiones va a tener menos trascendencia en la asignatura.

También vamos a destacar las regiones geopolíticas y geoeconómicas, espacios regionalizados basándose en acuerdos políticos o económicos que, al igual que se complementan entre ellos, generan diversas competencias entre los estados.

3. Criterios para regionalizar sobre la escala menor

Este compendio se suele dividir en dos grandes grupos: de carácter determinista y de carácter posibilista. Esto tiene que ver con si estos indicadores tienen más que ver con el ser humano determinado por el medio (determinista) o con indicadores que muestran el medio como el que ofrece posibilidades y cuyas causas se deben a la existencia del hombre (posibilista).

Los criterios que se suelen utilizar desde el punto de vista determinista son:

- Contigüidad de masas.

- Zonas climáticas: En nuestro planeta se genera una simetría entre las diferentes zonas climáticas del hemisferio norte o sur. Cuenta con una zona ecuatorial, dos zonas tropicales, dos templadas y dos polares. Esto significa que van a existir zonas climáticas en las mismas latitudes y que van a aparecer en ambos hemisferios. Si esto ocurre significa que vamos a tener zonas con actividades primarias similares.

- Geología y geomorfología: Solo podemos regionalizar una sección en el planeta dependiendo de la edad que tiene las tierras que vamos a regionalizar, lo cual nos indica a qué edad se realizó el levantamiento de esa porción de tierra y en consecuencia con distintos recursos geológicos. Es por eso que en el planeta podemos encontrar distintas zonas ricas en materiales líticos y otros con no tantos.

- Regiones naturales/ecorregiones/regiones biogeográficas: Aquí no aparece una sola variable, sino que se mezclan más de una, como el clima y la vida en el caso de las ecorregiones, siendo ambas variables de carácter complejo, por lo que el resultado será complejo de antemano.

Por otro lado, los criterios de carácter posibilista, tendrán que ver con las realizaciones humanas y en líneas generales no suelen ser complejas, sino que se pueden establecer fronteras de formas más claras, pero más complejas según vayamos añadiendo variables. Por ejemplo:

- Nivel de renta: Podemos calcular la renta per cápita (PIB). La renta per cápita es un indicador económico que mide la relación existente entre el nivel de renta de un país y su población. Para ello se divide el Producto Interior Bruto de dicho territorio entre el número de habitantes.

- Educación: Podemos medir la tasa de analfabetismo, la cual expresa la magnitud relativa de la población analfabeta. Para ello tomamos a la población mayor de 15 años que no sabe leer y escribir y la dividimos por la población de 15 años y más, multiplicado por 100.

- Bienestar social: Podríamos calcular la esperanza de vida al nacer, es decir, cuánto tiempo tendría un bebé, según las circunstancias que lo envuelven en un territorio, de vivir en dicho territorio. 

- Sanidad: También podríamos calcular las tasas de mortalidad de una población, es decir, qué edad media podría alcanzar una persona en su vida bajo unas circunstancias específicas desarrolladas en su territorio.

- Consumo: Podemos calcular también cual es el total de energía consumida por un territorio.

- Sistema político-económico: Podríamos añadir qué sistema político y económico desarrolla qué territorio.

- Herencia histórico-cultural.

- Geopolítica.

- Nivel de desarrollo: Este criterio tendría un carácter más global e incluiría al as anteriores. Además, genera una gran dificultad en su definición y medida y se establece la diferencia entre los países a través del crecimiento de los mismos. Fundamentalmente, el índice de desarrollo humano (IDH) es un indicador sintético de los logros obtenidos en las dimensiones fundamentales del desarrollo humano, a saber, tener una vida larga y saludable, adquirir conocimientos y disfrutar de un nivel de vida digno. Para conocer el índice de desarrollo humano de un territorio es necesario expresar cada uno de los componentes con un valor entre 0 y 1, para lo cual se utiliza una fórmula general total: el valor real – valor mínimo / valor máximo – valor mínimo.

Sn embargo, hoy en día, siguiendo los procesos de cambio del sistema mundial, se distinguen cuatro condicionantes ante la regionalización de un territorio:

1. Desigual nivel de desarrollo de cada sociedad.

2. Herencia histórico-cultural.


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